Aunque son muy ricos en calcio, los productos lácteos no son recomendables para prevenir la osteoporosis. Es preferible obtener este mineral con una dieta rica y variada que contenga los siguientes alimentos:
Algas y verduras: Por su efecto alcalinizante y su contenido en calcio, magnesio, vitaminas y oligoelementos, las verduras de hoja verde son las mejores: brécol, repollo, grelos, nabizas, apio. Entre las algas destacan las hijiki, wakame, kombu y agar-agar.
Cereales integrales: Avena, arroz, cebada, trigo.
Cáscara de huevo gallina: Se ha recomendado tradicionalmente como tratamiento para el metabolismo del calcio. Hay que tomarlo durante 21 días seguidos, descansar 7 días y repetirlo tres veces seguidas.
Para extraer el calcio debe lavarse el huevo sin rascar la cascara. Se exprime un limón y con el zumo se cubre el huevo, que se habrá colocado en un vaso alargado. Se deja macerar entre 10 y 12 horas. Transcurrido dicho tiempo se saca el huevo con una cuchara de madera y se bebe el líquido muy despacio, ensalivándolo, como si se masticara. Es esencial que el huevo sea biológico.
Cola de caballo: Por su elevado contenido en silicio, las infusiones de esta hierba contribuyen a conservar la masa ósea.
Frutos secos: Almendras, avellanas, castañas, higos, pasas y cacahuetes.
Lácteos: Es más recomendable consumirlos en pequeñas cantidades como componentes de preparados (salsas, etcétera) que ingerirlos solos y en abundancia.
Leches vegetales: Se pueden obtener sabrosas y nutritivas leches de arroz, avena, almendras, avellanas, sésamo o chufas. Las venden preparadas, pero también pueden hacerse en casa
Legumbres cocidas: Garbanzos, guisantes, judías blancas y pintas, habas, soja, lentejas.
Pescados azules: Las mejores fuentes son bacalao, caballa, salmón, sardinas, angulas, langostinos y arenques frescos.
Semillas: Sésamo, girasol y calabaza.
Algas y verduras: Por su efecto alcalinizante y su contenido en calcio, magnesio, vitaminas y oligoelementos, las verduras de hoja verde son las mejores: brécol, repollo, grelos, nabizas, apio. Entre las algas destacan las hijiki, wakame, kombu y agar-agar.
Cereales integrales: Avena, arroz, cebada, trigo.
Cáscara de huevo gallina: Se ha recomendado tradicionalmente como tratamiento para el metabolismo del calcio. Hay que tomarlo durante 21 días seguidos, descansar 7 días y repetirlo tres veces seguidas.
Para extraer el calcio debe lavarse el huevo sin rascar la cascara. Se exprime un limón y con el zumo se cubre el huevo, que se habrá colocado en un vaso alargado. Se deja macerar entre 10 y 12 horas. Transcurrido dicho tiempo se saca el huevo con una cuchara de madera y se bebe el líquido muy despacio, ensalivándolo, como si se masticara. Es esencial que el huevo sea biológico.
Cola de caballo: Por su elevado contenido en silicio, las infusiones de esta hierba contribuyen a conservar la masa ósea.
Frutos secos: Almendras, avellanas, castañas, higos, pasas y cacahuetes.
Lácteos: Es más recomendable consumirlos en pequeñas cantidades como componentes de preparados (salsas, etcétera) que ingerirlos solos y en abundancia.
Leches vegetales: Se pueden obtener sabrosas y nutritivas leches de arroz, avena, almendras, avellanas, sésamo o chufas. Las venden preparadas, pero también pueden hacerse en casa
Legumbres cocidas: Garbanzos, guisantes, judías blancas y pintas, habas, soja, lentejas.
Pescados azules: Las mejores fuentes son bacalao, caballa, salmón, sardinas, angulas, langostinos y arenques frescos.
Semillas: Sésamo, girasol y calabaza.
Alimentos riquísimos en calcio, aptos para dejar la leche, que no es apta para los mamíferos adultos.
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