Luego, adoptan una dieta o régimen adelgazante con el fin de perder peso en el menor tiempo posible y es allí cuando se puede presentar el efecto yoyo o conocido también como "rebote"
Sin embargo, nos preguntamos en qué consiste y porque se da este tipo de efecto?
El
"efecto rebote", o "yo-yo", es el nombre que recibe la
recuperación del peso perdido, una vez culminado un régimen alimentario.
La ganancia de gramos ocurre, por lo general, debido a que la dieta
para adelgazar es desequilibrada, o muy extrema, y el cuerpo no se
adapta. Cuando se regresa a la ingesta habitual, el organismo absorbe no
solo los nutrientes necesarios, sino también las demás propiedades de
los alimentos.
Es importante observar que las responsables del temido efecto rebote son las famosas "dietas
milagrosas", las cuales prometen la pérdida de peso de forma rápida, con
el mínimo de esfuerzo.
Por lo general, contemplan un plan bajo en
calorías; sin embargo, no advierten sobre las consecuencias que tienen
después de volver a la alimentación habitual: el "efecto yo-yo", que
consiste en volver a tener el mismo peso que al principio, o incluso
más.
En otras palabras, las causas son:
- Seguimiento de un plan alimentario poco equilibrado, que suprime algunos nutrientes.
- Falta de práctica de ejercicios físicos, o el sedentarismo.
- Recuperación
de los nutrientes que perdió el organismo. Como mecanismo de defensa,
los tejidos almacenan las propiedades de los alimentos, una vez que
termina la dieta, para tener una reserva preventiva.
Dietas milagrosas
Estos regímenes se centran en la ingesta de un solo alimento que, por lo general, lleva el nombre de la dieta.
* Establecen un consumo diario de calorías, por lo general menos de 1,300 para las mujeres y 1,500 para los hombres.
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*
Prohiben los macronutrientes, como hidratos de carbono, proteínas y/o
grasas. Estas últimas son esenciales en el organismo, para la
asimilación efectiva de ciertas vitaminas y otros procesos corporales.
* Prometen una pérdida de peso mayor de un kilo por semana.
* Ofrecen la pérdida de kilos de manera rápida, con el mínimo de esfuerzo.
Prevención
► Dieta equilibrada. Diseñada por un especialista en nutrición, según los requerimientos individuales.
► Adelgazamiento progresivo. La pérdida de peso debe ser pausada, sostenida y supervisada, para que el cuerpo no se vea afectado por cambios bruscos.
►
Práctica de ejercicios. Es el complemento de la dieta equilibrada para
alcanzar el peso deseado, con lo que el cuerpo se tonifica.
►
Mantenimiento. Después de tener el peso objetivo, es necesario mantener
hábitos alimentarios sanos y practicar actividad física.
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