El ajo es una de las medicinas naturales más potentes que existen. La base de datos médicos de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos contiene más de 3.200 estudios sobre el poder terapéutico del ajo y muchos de ellos tratan sobre la prevención, ralenti-zación y curación de las enfermedades cardiovasculares, los infartos y derrames cerebrales que cada año acaban con la vida de más estadounidenses que ningún otro problema de salud.
Se pueden encontrar diversas preparaciones de ajo en el mercado, por lo que es importante analizar la información que aportan los fabricantes, así como hablar con el médico y encontrar la preparación más eficaz para cada situación.
Sin embargo, a pesar de todas las virtudes que ofrece el ajo, éste tiene su lado oscuro.
Precauciones con el ajo
Se pueden encontrar diversas preparaciones de ajo en el mercado, por lo que es importante analizar la información que aportan los fabricantes, así como hablar con el médico y encontrar la preparación más eficaz para cada situación.
Sin embargo, a pesar de todas las virtudes que ofrece el ajo, éste tiene su lado oscuro.
Precauciones con el ajo
Debido a la elevada concentración de compuestos de azufre en el ajo, debe evitarse en las personas alérgicas al azufre.
El ajo inhibe la coagulación y, por lo tanto, provoca un alargamiento del tiempo de sangría. Las personas hemofílicas o que reciben medicamentos anticoagulantes deben consultar con el médico antes de tomar ajo diariamente.
Esto también se aplica a las que se están preparando para someterse a una intervención quirúrgica. El empleo medicinal del ajo debe suspenderse durante al menos una o dos semanas antes de la intervención.
Cuando se aplica sobre la piel, el ajo puede causar picor, enrojecimiento y tumefacción.
Cómo enmascarar el aliento a ajo
El ajo cocido, envejecido o en forma de pildora no es tan perjudicial para el cuerpo. Sin embargo, estas formas no son tan eficaces como el ajo crudo para tratar algunos trastornos, especialmente las infecciones y los gusanos o parásitos intestinales.
El ajo tiene una merecida fama como especia fuerte. Aunque se suaviza al cocinarse, el ajo de la cena puede «acompañarte» durante días, especialmente cuando se consume crudo.
Si a ti o a tus allegados os desagrada el persistente olor a ajo, aquí tenéis unos cuantos remedios caseros de eficacia probada que logran atenuarlo:
• Bebe vino tinto junto con una comida condimentada con ajo.
• Añade perejil a los platos con ajo.
• Mastica unas ramitas de perejil al finalizar la comida.
• Mastica unas pocas semillas tostadas de hinojo, anís o cardamomo.
• Añade perejil a los platos con ajo.
• Mastica unas ramitas de perejil al finalizar la comida.
• Mastica unas pocas semillas tostadas de hinojo, anís o cardamomo.
Para desprenderte del olor a ajo impregnado en las manos tras su manipulación:
• Lávate las manos con agua y zumo de limón.
• Frótate las manos con una cuchara de acero inoxidable y, a continuación, lava tanto las manos como la cuchara.
• Humedécete las manos y frota las palmas con bicarbonato de sodio.
• Lávate las manos con agua y zumo de limón.
• Frótate las manos con una cuchara de acero inoxidable y, a continuación, lava tanto las manos como la cuchara.
• Humedécete las manos y frota las palmas con bicarbonato de sodio.
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