El hierro es un nutriente esencial en el organismo, ya que, gracias a él, se produce hemoglobia la cual forma parte de los glóbulos rojos que trasportan oxígeno a todas las células del cuerpo.
Cuando existe un déficit de hierro se produce la anemia y otros trastornos. Sin embargo, un exceso de hierro tampoco resulta positivo.
Investigaciones realizadas indican que el almacenamiento de hierro no solamente impide la correcta diagnosis de peligrosas dolencias como los cánceres gastrointestinales (el almacenamiento de hierro evita la anemia, que es un indicador de que existe hemorragia
interna), pero realmente predispone a un alto riesgo de sufrir un ataque cardíaco.
Después de haber estudiado a cerca de 2.000 hombres durante 5 años, los investigadores finlandeses descubrieron que aquéllos que tenían grandes reservas de hierro tenían un mayor riesgo de sufrir un ataque cardíaco (2,2 veces más alto) que los que tenían reservas más bajas.
Dichos investigadores tienen la teoría de que las sustancias nocivas llamadas radicales libres son liberadas por el hierro extra y dañan las arterias del corazón.
Un estudio español realizado en el Hospital Universitario Josep Trueta de Girona obtuvo resultados similares. De hecho, se comprobó que las personas que habían sufrido problemas cardiovasculares tardaban más en recuperarse cuando tenían excesiva cantidad de hierro.
A los pacientes con demasiadas reservas de hierro se les recomendó la donación sistemática de sangre con el fin de ir disminuyendo sus reservas acumuladas.
Por otro lado, el Estudio Framingham sobre el corazón, en el que se estudiaron las enfermedades cardíacas de 4.000 personas, se descubrió que el riesgo de las mujeres de sufrir un ataque cardíaco aumenta 2 años después de entrar en la menopausia. Se cree que posiblemente sea porque las mujeres en edad fértil están "protegidas" por el periodo, pues las pérdidas de la menstruación merman sus reservas de hierro.
En general, las mujeres almacenan alrededor de 300 miligramos de hierro y los hombres 1.000 miligramos en el bazo, hígado y médula ósea.
En busca del equilibrio
La Cantidad Diaria Recomendada de hierro para las mujeres menores de 50 años es de 15 miligramos. Para las mujeres mayores de 50 años y para los hombres, esta cantidad es de 10 miligramos.
La forma de hierro más absorbible es el hierro hemo, que se encuentra en las carnes rojas, aves, pescado y moluscos. Usted absorbe más del 80 por ciento del hierro hemo que hay en un gramo de carne.. Ciento veinte o ciento cincuenta gramos de carne, aves o mariscos son suficientes para cubrir las necesidades diarias.
El hierro no hemo, que se encuentra principalmente en los vegetales, es menos aprovechable; sólo un 10 por ciento, aproximadamente, del hierro de estos alimentos es fácilmente asimilable.
Sin embargo, puede mejorar la absorción del hierro de los vegetales si los consume junto con productos que contengan hierro hemo o con alimentos que contengan vitamina C. Por ejemplo, una comida que consista en 90 gramos de carne magra, una patata mediana al horno y una ración de guisantes proporciona más de 7 miligramos.
Otros alimentos vegetales ricos en hierro son el tofu, las judías y los orejones de albaricoque.
También obtenemos hierro del pan y de los cereales del desayuno enriquecidos con hierro. Debido al daño potencial que representa un exceso de hierro, muchos médicos están de acuerdo en que nadie debe tomar hierro en complementos vitamínicos a no ser que un análisis de sangre confirme que sea necesario. Si usted tiene anemia, posiblemente tiene que hacerse un análisis especial llamado de la ferritina en suero, que confirmará si su anemia se debe a una deficiencia de hierro.
Si se le recomienda tomar un suplemento, absorberá mejor el hierro si lo toma junto con la comida, especialmente con alimentos ricos en vitamina C, como los cítricos. El calcio interfiere en la absorción del hierro, lo mismo que el té, el café, los huevos, las lentejas, las hojas de remolacha y las espinacas, por lo que debe aplazar la toma del complemento de hierro si toma estos alimentos.
Recuerde que los suplementos de hierro pueden causar dolor abdominal, estreñimiento o diarrea, y posiblemente den a sus deposiciones un color muy oscuro.
Pero, ¿y si es usted hombre (o una mujer postmeno-páusica), es decir, una persona que debe intentar no excederse en su consumo de hierro? Para sentirse más seguro, puede usted donar sangre. Donar sangre entre 3 y 5 veces al año liberará al cuerpo del exceso de hierro, asegura el doctor Sullivan. "De este modo podrá comer carne y tomar alimentos enriquecidos con hierro cada día y no preocuparse si está tomandodo demasiado.
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