viernes, 1 de octubre de 2010

¿Dejar de fumar engorda?


Como es bien sabido, el cigarrillo origina una serie de problemas de salud, desde el color amarillento de los dientes hasta cáncer. También se encuentra el problema, menos atendido, de la mala nutrición.

La nicotina inhibe el apetito y genera una sensación de satisfacción reforzada porque el fumador suele acompañar un cigarrillo con una bebida estimulante como el café.
Esta energía "sintética" es generada por la degradación de la masa muscular debido a la poca o nula ingesta de alimentos energéticos, causando un desgaste nutritional que genera pérdida de peso. Este efecto mantiene engañado al organismo por más de cinco horas o prácticamente el día entero debido a las repeticiones, y como la ingesta es poca no hay nada que almacenar, sino lo contrario.

Ahora sabemos por qué se dice que fumar adelgaza, pero lo cierto es que la persona se expone a serios problemas nutricionales.

Es por lo arriba expuesto que muchas mujeres fumadoras logran ser delgadas y controlar el consumo de alimentos de una manera fuera de lo normal, pero una vez tomada la decisión de dejar este vicio empieza la necesidad desmedida de comer, que sin control genera sobrepeso u obesidad.

Por que las personas que dejan de fumar tienen tendencia a engordar?
La falta de horarios de comidas y esquemas de alimentación hace que estas personas coman de manera desorganizada y sin control alimentos poco saludables (comidas grasosas y productos azucarados).

El hábito de fumar genera deficiencia de vitaminas como la C y la A, por citar algunas, lo que se agrava cuando hay falta de ingesta de frutas y vegetales.
Se generan deficiencias nutricionales que predisponen ala osteoporosis, anemiay otras, acelerando el envejecimiento.

El fumar debe ser tratado como una adicción, y la buena alimentación tiene un rol importante.

Un plan de nutrición diseñado para atacar los episodios de hambre o "ansiedad" (generados por la falta de las sustancias que mantenían la sensación de ingesta inhibida) es muy importante.

Si está planeando dejar de fumar y teme al aumento de peso, empiece por organizar horarios de comidas entre cada dos y tres horas, incluya alimentos saludables como carbohidratos para obtener energía, frutas para ayudar a los procesos de digestión, absorción, proteínas en cantidades moderadas, bastante agua para ayudar a los procesos metabólicos, lácteos descremados, ácidos grasos como aceite de oliva, nueces, almendras, etc. para ayudar al hígado.

Este programa debe ser personalizado y diseñado de acuerdo alos gustos, facilidades y hábitos del paciente; la manera y los tipos de alimentos que se consuman deberán ser sugeridos para evitar el hambre permanente.

Todo esto ayudará a que empiece a sentir más energía, pero es importante planear una actividad física que le ayude a respirar; la oxigenación es vital para las células y los procesos en el organismo.

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