martes, 3 de agosto de 2010

Frutas pediátricas


A los niños, a medida que van creciendo, se les puede ir suministrando diferentes tipos de frutas.

Primeramente se les puede suministrar por cucharaditas el agua de cocción de ciruelas, hervidas por lo menos durante media hora, y a los más grandecitos un puré semilíquido con ciruelas hervidas, pasadas por un tamiz o colador de alambre y luego mezcladas con el agua donde hirvieron. A los niños que ya puedan masticar darles compota de ciruelas entre comidas.

La mandarina por producir un suave efecto laxante, ayuda a regularizar las evacuaciones de los riñones y por su alto contenido de agua, ayuda a evitar la deshidratación.

Las limas maduras y dulces son recomendadas para los niños por su riqueza en calcio y escaso contenido de ácido cítrico.

El albaricoque o damasco es excelente para corregir retrasos en el crecimiento, inapetencia y por su riqueza en hierro para el tratamiento de anemias. También es laxante.

Para los niños se aconsejan los dátiles pues ayudan al crecimiento, además son un gran jumento por su riqueza en glucosa (azúcares naturales), necesarios para su constante actividad y porque contiene apreciables cantidades de hierro, calcio, fósforo y otros minerales y vitaminas necesarias para su desarrollo normal.

A los niños con estreñimiento y atonía intestinal se les recomienda consumir cerezas en ayunas, en buena cantidad.

Para aquellos niños que sufren de anemias causadas por hemorragias, se les aconseja ingerir albaricoque por su rico hierro. Para los niños anémicos, las avellanas contribuyen a aumentar la hemoglobina

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